Ayer iba caminando por el párking de la estación de Renfe y, como una de mis obsesiones es fijarme en los diferentes coches para ver cuál me gusta más y cuál me «voy a comprar de aquí a poco», observé algo curioso: había dos coches que eran el mismo modelo. Perdón, ¿dije curioso verdad?
Hasta aquí de curioso no tiene nada, lo curioso fue cuando me fijé en que estos dos coches se llevaban sólo 15 números de diferencia en la matriculación… Quizá este caso no es la primera vez que aparece en frente de mí con diferentes modelos en la calle, pero como es la primera vez que me fijo, me sorprendió.
Y como hecho curioso lo comparto: