Esta es la primera figura, después de muchísimos años, que tengo entre mis manos.
Siempre me han gustado los dragones, seres mitológicos que me encantaría que pudieran haber existido, es más, me encantaría tener uno en mi jardín. Lo sé, lo sé, qué ganas tengo de imaginar… ¡Si yo no tengo jardín!
En fin, siempre me han gustado y el mero hecho de tener una figura (bien realizada y con un buen toque artístico) era para mí un objetivo a cumplir desde hacía bastante tiempo.
Ha pasado tanto tiempo por dos motivos:
El primero y el más importante es que no es fácil encontrar una tienda de «Dragones» y encima que dichos dragones tengan el toque que busco. El segundo y no menos importante es que una vez encontrado se debe tener dinero y dichas figuras cuanto más nivel artístico poseen más caras son.
Pero al fin, encontré una que cumplía con las dos características: nivel artístico y adquirible. Además, fue un regalo de una chica muy bonita que se encabezó en comprármelo. Justo en la misma tienda encontré mis patitos y además encontré el ser que siempre me hubiera gustado tener en mi jardín.
Aquí os dejo unas fotos sobre ella: