El Indalo es un fetiche prehistórico encontrado en la cueva de los Letreros en Velez Blanco. Era costumbre pintar un Indalo en la fachada de las casas para preservarlas de todo mal, ya que se le consideraba como «tótem» que defendía de las tempestades o las ahuyentaba, así como del mal de ojo e infinidad de males, ya que se creía un genio que tenía la fuerza de sostener y sujetar el arco iris por cada uno de sus extremos.
El Indalo se ha convertido en el símbolo de Almería por antonomasia, siendo ya conocido en todo el mundo.
Esta información os la ofrezco porque hará cosa de un mes, una persona que poco a poco se ha convertido en alguien con quién poder contar y en quién confiar, me trajo de su pueblo este símbolo y me lo regaló.
Este símbolo, para mí no solo significa el hecho de haber conseguido suerte extra sino que se extraen de ello muchos más significados, porque son pocas las personas que se acuerdan de ti cuando marchan a algún lugar, y mucho menos, las que tienen algún detalle contigo y además, en ese detalle incluyen unas palabras que pocas veces las he conseguido oír de forma sincera y mucho menos de forma que mi vista e oídos pudiesen creerlo.
Tener este símbolo en mi posesión me hace una persona con suerte, preservada de mal y a la vez afortunada de tener a personas así a mi lado.
Esta ha sido una de las formas de expresarme, una de las formas de agradecer el regalo, y una de las formas para conservar el buen pasado cerca, para conservarlo a unos clics de mi blog.
Y como siempre, me excuso por no escribir tan amenudo como podría, pero no siempre podemos disponer del tiempo que queramos… Así que disfrutarlo en gran medida como podáis, y encontrad la forma de pasar esos momentos con la mejor compañía posible.