¡Hola Le Petit whati…! ¿Vuelves a estar por aquí?

Después de tanto tiempo es difícil saber por dónde empezar…

¿Qué es lo que ha pasado? ¿Dónde he estado todo este tiempo? ¿Qué ha sido de mí?

Muchas son las veces que visito mi pequeño lugar de culto, mi espacio, mi desasosiego. Pocas son las que he decidido entrar para hacer lo que antes solía hacer: desarrollarme en todos aquellos temas que más interés, preocupación y/o curiosidad me producían.

Mi última entrada fue en septiembre… Cuan lejos queda ya… Cuantos segundos, minutos, horas, días y meses han pasado desde entonces… Y no sólo eso: cuánto ha cambiado todo desde entonces y cuántas nuevas situaciones han surgido…

La verdad es que en todos estos meses transcurridos sólo puedo decir que he crecido algo más, he aprendido y he descubierto sensaciones, lugares, hechos y situaciones que hasta el momento no había tenido oportunidad de poder ni tan siquiera ver o sentir su cercanía. Todo ha cambiado desde entonces, pero una cosa está bien clara: sé quién soy y qué es aquello que más quiero, y aunque aquello que nos rodee no le de la gana de ser como tiene que ser, nada va a hacer que yo, me una a ellos. Soy y seré siempre la persona que he deseado ser, con mis más y mis menos, pero no he olvidado ni olvidaré cuales son mis preferencias y qué es aquello que hace que mi corazón no deje de latir.

Por eso, después de esta breve introducción, y transcurridos unos meses largos desde mi última aparición, me gustaría dedicarte algunas palabras a ti… Sí, una parte del texto iba dirigida a mi vida en general o más bien mis inquietudes y nuevas sensaciones, pero otra, digamos que un porcentaje bastante alto, va dirigida a mi pequeña estrella, mi razón de existir como mitad tuya en este mundo, mi razón de tener un motivo más para levantarme y esperar que poco a poco se aproxime aquello que más deseo: a ti.

IMAG0053-1-1 IMAG0015 IMAG0295

Hace ya unos años que el tiempo ha pasado a tu lado, hace algunos años que hemos entendido quienes somos y cómo somos, hace algunos años que nos hemos visto cómo de largas teníamos las uñas y los dientes… Hace ya unos años que hemos empezado a descubrirnos más allá de lo que uno mismo puede ver a simple vista… Las medias naranjas han empezado a unirse y aunque la unión no sea inmediata, hemos podido ver que parece algo más que bonito.

Ha pasado tiempo desde que no te dedico nada, desde que no te ofrezco un extra a una vida tan monótona como la que vivimos día a día, que no te ofrezco un aliciente a tu deseo, que no soy como a mí me gustaría ser a tu lado y que sobretodo no tengo algo tan simple como tiempo. Tiempo…¿Para qué? Para dedicarte todo mi corazón con más insistencia, que no se te olvide que hay otra parte de ti que aunque no esté cerca algunas veces, late al mismo ritmo que el pequeño corazón que guardas en una caja de acero para que nadie pueda o quiera intentar lastimar.

Han pasado segundos, minutos, días y meses desde que las prioridades o el orden de ejecución de los hechos han cambiado, pero por suerte hay algo que he intentado e intento mantener: el hecho de mostrarte que aunque cambie nuestra vida y nuestro entorno, siempre habrá algo que nunca cambiará: mi sentimiento hacia mi pequeña estrella.

Hoy, aunque ya sea un poco tarde, quiero demostrarte que no quiero ser de nadie más, quiero ser tuyo y desear con todas mis fuerzas que todo pueda seguir tan bien que no encuentres felicidad más grande que con aquello que consigo darte, que no encuentres sentimientos más grandes que los que yo te puedo donar y a la vez extraer, y que jamás creas encontrar un corazón más grande que el que yo guardo por ti. Porque siento decepcionarte pero, no existe, aunque los que te rodeen intenten engañarte, lo tengo yo, y no desearía que el tiempo me separara de ti, porque tu me has traído aquí, tú me has dado lo que hasta ahora tengo y tú eres la única luz que me puede guiar hacia la salida, hacia el buen lugar, hacia el mundo de la tranquilidad, la felicidad y la sensación de plenitud que nadie, nadie, nadie podrá darme.

Recuerda, eres única, eres especial, eres aquello que siempre deseé tener a mi lado. Eres más que todo, eres la parte que siempre me ha faltado, eres mi sonrisa, mi tranquilidad y mi compañía eterna. Eras, eres y serás todo aquello que siempre busqué tener.

Te busqué, te encontré y pude al fin, descansar tranquilo.

Y antes de acabar, te agradezco todo lo que haces por mí, no puedo imaginar cómo podrían ser los días sin tenerte bien cerca.

Y nada más… ¿Volveré? La respuesta es sí, siempre. No he olvidado aquello que me gusta, y no he olvidado que es lo que quiero. Aunque no todo vaya sobre ruedas y no todo sea tan fácil como antes, recuerdo y recordaré que tengo este pequeño santuario (¡ya tengo más de uno!), y sobretodo una gran compañía como la tuya pequeña bolita rosa.

Hasta pronto.

Un abrazo de Le Petit, un incomprendido y a la vez sensible personaje de este gran mundo exterior.

 

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Volver arriba
A %d blogueros les gusta esto: