Mi pequeña biblioteca


La verdad es que ya iba siendo hora de tenerla… Después de largos meses y meses de espera y de preparación… Al fin puedo decir que mi biblioteca está en disposición de ofrecerme sus servicios.
No sé qué era lo difícil de ella, pero me ha llevado por el camino de la amargura.

Gracias a mi chica y a mi padre por su aportación, sin ellos no sé cómo me lo hubiera hecho para que mi nueva habitación tuviera el color necesario para ser la habitación que debía ser, y que ahora, lógicamente es.

Realizando esta entrada me he dado cuenta que aun no tengo un recuerdo fotografiado de mi nueva habitación, y eso que el fin de semana pasado cumplió su primer año. Todo esto no viene a cuento pero, ¡me apetece escribirlo!

Recuerdos… Recuerdos que merecen ser conservados por siempre.

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