Hoy me apetece hacerle un «homenaje» a uno de mis pequeños aparatos, Conceptronic CMED3PLUS.
Se trata de un disco duro multimedia de 400GB que compré hará cosa de unos 3-4 años, que me costó su dinero, 250€, pues era la época de su apogeo y encontrar buenas ofertas y buen precio era bastante difícil en estos casos.
Esta entrada, es un homenaje a este disco pues los tiempos han cambiado, y ahora a nadie le interesará un disco como el mío, así pues, no intento vender sino explicar una parte de mí, una parte con la que he disfrutado y pasado buenos tiempos.
Hace cerca de 3 años no disponía de un ordenador propio en mi habitación, y en ese tiempo, me encantaba (como me encanta ahora) ver series y películas a cualquier hora,y como bien podéis comprender no era fácil usar un ordenador compartido para este tipo de fines.
Así pues, decidí invertir mis ahorros en un disco duro multimedia y en una pantalla TFT de 19» panorámica, una Samsung SyncMaster 940nw (una ganga, 169€).
A partir de ese momento mi habitación empezó a cobrar forma, y a tener colores… Poco a poco llegaré a lo que tengo ahora, que en un futuro no muy lejano enseñaré a base de fotografías y comentarios.
Ahora , me limito a poner unas cuantas fotos de un disco y una pantalla que me salvaron la vida durante un buen tiempo, y que sin estos inventos no sé qué hubiera hecho para ser la persona que soy ahora.
Aquí podemos ver la parte de delante del disco, dos leds, uno redondo con la marca de Conceptronic que muestra si está encendido o apagado el disco con un color azul y otro led alargado que muestra el movimiento del disco, con luces rojas y verdes, con lectores de tarjeta y lector USB.
Como podéis observar, el disco no es muy grande, y tiene un diseño bastante elegante para que quede bien puesto en cualquier mueble o estantería.
Aquí podemos ver de qué salidas está provisto este disco. Actualmente, «los modernos«, tienen muchas más salidas, y una de las más importantes es la de HDMI o de alta definición. Es por ese motivo que este disco ya no puede competir con estos discos y esas calidades de disco, pero por lo demás y actualmente, para salir de algún apuro, tiene las necesarias, la salida VGA, el RCA, un S-VIDEO y para los amantes del «ruido» una salida óptica de sonido.
Ahora viene el mando. El diseño no es muy espectacular y no llama demasiado la atención pero es un mando que se merecía una foto, no por lo que es sino por lo que significa para mí y para tener presente ciertas cosas que nos pasan en esta vida.
Este mando lo perdí por dejarlo a la persona inadecuada e inapropiada. Durante todo este tiempo me he estado arrepintiendo de no tenerlo en mis manos.
Un día, decidí a comprarlo, pues un disco duro sin mando es como un libro sin palabras. Así pues, entré en la página web oficial y empecé a buscar el producto, pero extraña la sorpresa, no lo encontré por ninguna parte. Entonces tuve que ponerme en contacto con el soporte, atención al cliente y demás personal encargado de estos temas y suerte la mía y con quién hable que conseguí que me enviaran este mando totalmente nuevo a casa y sin ningún tipo de coste.
Ver el mando me recuerda lo que me pasó y por lo que he tenido que pasar para «recuperarlo«, y aunque no siempre correré la misma suerte he aprendido algo: no dejes nada que no puedas recuperar.
Y por último, una pantalla que me ayudó a poder ver todo aquello que quería y que he conservado en mi ordenador y que ahora me está ayudando a escribir aquí, pues es ella la que ilumina los píxeles de ésta página.