La vida de los otros y el Libro Negro

Bueno, estos últimos días he dispuesto, como algunos de vosotros sabréis, de un poco de tiempo libre. Entre otras cosas, he aprovechado para ponerme al día en tareas retrasadas y si bien no, estas dos películas estaban incluidas en parte de esas tareas.

Fueron dos regalos, y en el mismo momento no le di demasiada trascendencia  pues eran dos películas que no me sonaban para nada, y las he acabado viendo porque no tenía otra cosa que ver. Ahora, después de verlas, reconozco que son buenas y a la vez aconsejables.

El motivo de la entrada en mi blog no es por el mero hecho de aconsejarlas y decir, «Oh, son buenas, mirarlas«, pues para eso ya me encargué de crear un apartado en particular que contiene una larga lista de mis películas favoritas.

El motivo es simplemente comentar que a veces, las cosas más pequeñas o las cosas a las que menos importancia le damos, son las que realmente valen o las que realmente importan. ¿Cuántas veces nos hemos equivocado por unas malas impresiones? ¿Por qué lo que vemos, y el aspecto de lo que observamos influye en nuestras decisiones iniciales?

Pista: Aplicable a la vida misma (por si acaso no me hago entender con este pequeño escrito).

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