A veces nos dejamos llevar por malos pensamientos, y son ellos los que nos obligan a ver cosas que no son, a pensar de manera errónea, y sobre todo a perdernos aquello tan importante, y que a veces, poco apreciamos, que es nuestra vida.
No todos tenemos las facilidades que son brindadas a algunas personas, no todos descubrimos la felicidad por tiempo ilimitado, y sobr etodo, no todos pasamos por lo mismo.
Pero no tenemos porque guiarnos, o porque seguir aquello que se nos ha impuesto como «lo mejor«. Sabed que, «lo mejor«, nunca lo vais a encontrar, y si realmente buscáis eso, fallaréis en vosotros mismos pues realmente no existe.
Tenéis que saber que cada persona es un mundo, y todos somos diferentes, tenemos que aprender a conocernos nosotros mismos, a querernos, y no buscar en estereotipos idealizados.
En muchos momentos perdemos nuestra fuerza, creemos que nuestra identidad esta vacía y que no hay nadie que pueda hacerle nada, pero tenemos que saber que todo eso son pruebas, etapas por las que tenemos que pasar, y nunca debemos rendirnos. Debemos estar contentos por donde estamos ahora, y saborear cada momento bueno que aparezca en nuestras manos.
Nuestro mundo siempre va a estar en constante movimiento, y este mundo, no va a parar porque nosotros nos tiremos al suelo. Nuestro mundo va a seguir, y de la única manera de conseguir aquello que buscamos es seguir su ritmo, sea bueno o malo, seguir y encontrar las pequeñas cosas que se nos brindará poco a poco como recompensa, por seguir caminando, por no tirarnos a la cuneta, por no seguir durmiendo, por no matarnos vivos.
Brindemos por aquello tan bonito, por lo que nos hace estar aquí, por nuestra vida. Sonriamos ahora que estamos todos juntos, con nuestras copas de champán alzadas, y recordemos este momento como uno de los mejores, recordemos todos los momentos buenos como los mejores.
¡Salud!